EL VIAJE FANTÁSTICO DE MAIA FLORE
Maria Antonieta apila un montón de sillas e intenta escapar de su cautiverio en la Conciergerie. Alguien intenta observar, desesperadamente, el Observatorio del Pic du Midi, en los Altos Pirineos. Alguien más camina despacio hacia el Castillo de Amboise con el sol sobre la cara. Así, 22 escenas más de la Francia que todos, en teoría, conocemos o quisiéramos conocer: los sitios más emblemáticos de uno de los países fundamentales para la cultura occidental son visitados e intervenidos por la mirada y presencia de Maia Flore (Francia, 1988). Ella es la protagonista de las 25 imágenes que componen la exposición Imagine France: Le fantastique voyage. Las fotografías están compuestas a partir de un guión y son sometidas a un intenso proceso de postproducción. En palabras de Camilo Abril, responsable de marketing de Atout France, lo que vemos en la exposición son los sueños de la autora. Lo que inevitablemente nos preguntamos cuando visitamos —o imaginamos siquiera— un lugar con una densa carga de historia: ¿qué haría yo ahí? Tomar fotos, claro; una selfie. Admirarlo. ¿Pero qué haría si, al menos durante algunos minutos, el Castillo de Versalles fuera mío y sólo mío? Por eso, la exposición de Maia Flore es refrescante: la majestuosa Francia de siempre y una Francia nunca antes vista al mismo tiempo.