LOS CUCHILLOS DE CASA ARAGÓN
Guillermo Aragón Guzmán pertenece a la sexta generación de una familia dedicada al arte de trabajar con metales. La familia Aragón, originaria de Ejutla de Crespo y de larga incursión en la metalurgia, se asentó en la ciudad de Oaxaca en 1905.
En el devenir de su oficio de metalistas, a lo largo de los años, esta familia ha elaborado desde barretas, hachas y herramientas rústicas, hasta chapas o cerraduras de portones y puertas, con sus grandes llaves —de hasta 12 centímetros— cinceladas y grabadas. Para llegar al arte de la cuchillería tuvieron que pasar vicisitudes y experiencias. A golpe de marro, lograron entender la nobleza y el temple para moldear a su conveniencia los metales. En la búsqueda del temple para garantizar la calidad, los Aragón se perfeccionaron en la producción de cuchillos, dagas, puñales, espadas e, incluso, cubiertos y otros utensilios de cocina que se han convertido en piezas con gran valor artístico.
Con 71 años, Guillermo Aragón sigue trabajando la forja. Transformar los metales en cuchillos o utensilios es un largo proceso de creación que pasa por las manos de don Guillermo: elige el trozo de acero que calienta al rojo vivo, de 800 ̊ a 900 ̊ centígrados, después con fuerza y precisión lo golpea para moldear su forma, para obtener los relieves y los ángulos, utiliza con maestría la lima o el esmeril. Una vez que el acero ya tiene la forma del cuchillo deseado, viene la confección de la empuñadura, que puede ser de acero, bronce o aluminio, algunas combinadas con maderas tropicales como la granadilla o con hueso de cornamenta de res. La hoja de acero se pule como espejo, en ella se vuelca la imaginación creativa que ha distinguido a los Aragón, las imágenes y dibujos que la adornan son distintivos de su prosapia de artesanos metaleros.
En Casa Aragón lo mismo se elaboran juegos completos para el servicio de mesa, cuchillos y utensilios de cocina que cuchillos deportivos, de acampar, de cacería. También hacen machetes para trabajo campirano y los adornos que requiere el traje de los charros. Además, pueden producir sables y catanas de artes marciales y cualquier objeto de acero que le pidan a don Guillermo. Todas las creaciones son garantía de talento y tesón propio de aquello que causa regocijo a la vista y al espíritu.
La Cuchillería Aragón ya es insignia en el mercado artesanal oaxaqueño, la belleza y utilidad de sus piezas son reflejo de las cosas hechas con la fuerza y la precisión de las manos; no hay distingo en la calidad de una daga o de una cimitarra, a la excelencia de sus productos se aúnan el buen trato que dan a sus clientes.
Las manos de don Guillermo son de las pocas que en Oaxaca se dedican a mantener vivo este oficio. Sus productos representan la herencia cultural de una familia entusiasta y comprometida con el quehacer creador en nuestro estado.
Los invitamos a visitar Casa Aragón, Cuchillos en la calle de J. P. García 503 en el centro de la ciudad de Oaxaca de Juárez, Oaxaca.