INICIA SUS ACTIVIDADES LA RED DE APOYO A LA INVESTIGACIÓN
La Red de Apoyo a la Investigación (RAI) es un espacio de servicios de alta tecnología e investigación multidisciplinaria. Sus objetivos son proveer a científicos de procesamiento de muestras y asesoría tecnológica, bioinformática, bioestadística y biología computacional. La RAI desarrolla indagación multidisciplinaria, biomédica y clínica en un ambiente de diversas especialidades, entre ellas, la química, la biología y las matemáticas.
Durante el mes de enero, el nuevo sitio para la ciencia fue inaugurado por el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, el doctor David Kershenobich, director general del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán (INNSZ), y Alfredo Harp Helú, presidente de la fundación que lleva su nombre, entre otras personalidades. La RAI promoverá y facilitará la interacción y colaboración entre los investigadores de la red; además, formará recursos humanos en el manejo de equipo de alta tecnología, bioestadística y bioinformática. La RAI se ubica en el segundo piso del edificio de radioncología del INNSZ, cuenta con siete laboratorios o unidades, además de un laboratorio abierto de investigación, área de trabajo y oficinas.
En el acto David Kershenobich señaló que desde el inicio se pensó en infraestructura, equipamiento, personal altamente capacitado y disciplinas distintas a la medicina. Con el auspicio de la UNAM, se autorizaron 15 plazas de investigación; para equipar los laboratorios acudieron a la Fundación Río Arronte, que presidía en ese entonces Alfredo Harp, cuya fundación también brindó apoyo para infraestructura, añadió. La red “es un ejemplo de alianzas, de optimización de recursos humanos y técnicos, y de creación de un ambiente donde puedan florecer las ideas con los recursos necesarios; en resumen, es una posibilidad de crear ciencia”, consideró.
Narro Robles, rector de la UNAM, destacó que con la RAI se forja una alianza entre lo público –mediante los institutos nacionales, Secretaría de Salud, CONACYT– y lo privado –fundaciones–. Se configura no sólo de recursos, sino además de ideas, decisión y determinación. “Esta alianza va más allá, a la ciencia y la tecnología, lo médico y la informática, y su puesta en marcha tendrá una enorme implicación para el desarrollo de la sociedad”, comentó.
Por su parte, Alfredo Harp Helú refirió que: “Ahora atestiguamos la concreción de un sueño que inició cuando el doctor David Kershenobich me planteó la importancia de que en México se lleve a cabo investigación científica de punta y no seamos altamente dependientes del exterior. La idea del doctor Kershenobich, que hoy cristaliza, traerá grandes beneficios y contará con la participación de los institutos nacionales de salud que se verán favorecidos para realizar sus investigaciones. Gracias a acciones como éstas, México da pasos firmes para acceder a un estadio superior de desarrollo en materia de salud para beneficiar a nuestra población”, concluyó.
Según Kershenobich, “las investigaciones que se emprenderán en la RAI tienen la finalidad de propiciar la creación de nuevo conocimiento que permita mejorar la calidad de la atención a los pacientes y la calidad de vida de la población en general. También se pretende avanzar en el diagnóstico y tratamiento de los padecimientos que más afectan a la población mexicana, buscando soluciones innovadoras que contribuyan a la salud pública y a una mejor comprensión de la fisiopatología de las enfermedades, enfocándose en particular a conocer sus características genéticas”.