Ingresan dos investigadores y activistas culturales mexicanos a la American Philosophical Society

- Este doble ingreso realza la importancia global del trabajo realizado desde Oaxaca en la preservación del conocimiento, las lenguas originarias y la sostenibilidad ambiental.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- La American Philosophical Society (APS), la sociedad intelectual más antigua y selectiva del continente americano, ha anunciado el ingreso de dos destacadas figuras mexicanas, la Dra. María Isabel Grañén Porrúa y el Dr. Alejandro de Ávila Blomberg, reconociendo su invaluable labor en la investigación, el activismo cultural, y la preservación del patrimonio biocultural en México, particularmente en Oaxaca.
Antecedentes: La American Philosophical Society (APS) fue fundada en Philadelphia en 1743 por Benjamin Franklin, inventor y científico norteamericano, cuando él tenía 37 años de edad. Desde entonces y hasta la fecha, el objetivo de la APS es “promover el conocimiento útil”. Su lema es nullo discriminatio: no discriminar a nadie. En congruencia con esta filosofía de igualdad, Franklin invitó a Ekaterina Romanova Vorontsova, escritora y editora rusa, a incorporarse a la Asociación, cuando las mujeres no eran admitidas en agrupaciones profesionales. En congruencia, también, con una convicción de equidad, la APS impulsó y financió el registro de las lenguas y el conocimiento de los pueblos originarios de Norteamérica, como lo atestigua el vocabulario unkechaug, lengua ahora extinta, que recogió Thomas Jefferson en 1791.[1] Quince años antes, Jefferson había firmado la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, junto con Franklin, Washington y otros miembros de la Asociación; diez años después de reunir el vocabulario, Jefferson se convirtió en el tercer presidente de su país. La documentación de las lenguas indígenas es un esfuerzo vigente de la APS hasta el día de hoy.
Diversificación de la APS: A partir de su fundación, la Asociación se abrió a los intelectuales de otras nacionalidades, como el gran polímata[2] alemán Alexander von Humboldt (1769-1859). Desde fechas tempranas, nuestro país estuvo representado en las filas de la APS por el historiador oaxaqueño Carlos María de Bustamante (1774-1848). En el siglo XX se incorporaron a la Asociación investigadores y escritores mexicanos de la talla de Alfonso Caso y Alfonso Reyes. También han sido miembros de la APS Marie Curie, Louis Pasteur, Charles Darwin, Albert Einstein, Zaha Hadid,[3] Jane Goodall y Nelson Mandela, entre muchas otras personas destacadas en distintos campos del conocimiento, el activismo social y el arte. Se trata de la asociación intelectual más antigua en nuestro Continente y la más selectiva, pues su membrecía no llega actualmente a mil personas en todo el mundo. La APS no recibe postulaciones ni recomendaciones, sino que sus miembr@s nominan a todas las candidaturas, que son sometidas a votación por mayoría.

Ingreso de la Dra. María Isabel Grañén: El 7 de mayo de 2025, la APS anunció el ingreso de María Isabel Grañén Porrúa a la clase 5 de la Asociación, que corresponde a “Las artes, profesiones y liderazgos en gestiones públicas y privadas”. Este ingreso se formalizó el día 15 del presente mes de noviembre de 2025 durante la reunión semestral de la APS. Su elección a la Asociación reconoce el liderazgo de la Dra. Grañén en tres instituciones: la Presidencia de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C.; la Presidencia de la Asociación Civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México; y la Dirección de la Biblioteca Francisco de Burgoa de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Para ella, el reconocimiento de la APS hace patente un trabajo que inició hace treinta años con constancia, seguimiento y sensibilidad al entorno, abriendo corazones y tejiendo comunidad. Ejemplos de ello son los espacios que ha creado la Fundación, como el Centro Cultural San Pablo, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC), el Museo Textil, el Museo de Filatelia, el Museo Infantil de Oaxaca, las varias sedes de Biblioteca Infantil BS y las Bibliotecas Móviles que llevan libros y lecturas a más de doscientas comunidades en el estado de Oaxaca. Estos espacios abren sus puertas para ofrecer un respiro de paz, para propiciar la reflexión y la creación colectiva, para pensar, sentir y aprender, unas de otras, las personas de todas las edades. Esta labor es fruto de la sinergia con el filántropo y benefactor de las artes, la cultura, el deporte y el medio ambiente Alfredo Harp Helú. La BIJC, en particular, se ha convertido en uno de los repositorios más significativos a nivel mundial de la documentación lingüística y antropológica de los pueblos originarios, una de las líneas de trabajo prioritarias para la APS. Por su parte, la Biblioteca Francisco de Burgoa, que también dirige la Dra. Grañén y que de igual forma incluye un importante acervo en lenguas indígenas, recibió el reconocimiento de la UNESCO en el registro de la Memoria del Mundo-México y ADABI de México, que ha rescatado más de 760 archivos y 60 bibliotecas históricas en México recibió en 2018 el Premio Jikjik, el reconocimiento más importante que otorga la UNESCO a la Memoria del Mundo.

Ingreso del Dr. Alejandro de Ávila: Siendo estudiante doctoral en la Universidad de California en Berkeley, de Ávila recibió en 1997 una subvención de la APS para documentar dos variantes de las lenguas mixtecas habladas por migrantes oaxaqueñ@s en los campos agrícolas del Valle de San Joaquín, al sur de Sacramento. El 7 de mayo de 2025, la Asociación anunció el ingreso de Alejandro de Ávila Blomberg a la clase 1: “Ciencias físicas y matemáticas”, en reconocimiento del compromiso con la sostenibilidad ambiental por parte del Jardín Etnobiológico de Oaxaca (JEBOax), fundado por él junto con el Maestro Francisco Toledo y un equipo de colaborador@s entusiastas. Este ingreso se formalizó el día 14 del presente mes de noviembre de 2025 durante la reunión semestral de la APS. El Jardín es pionero en el enfriamiento por geotermia sin huella de carbono, además de presentar un modelo de generación de energía eléctrica con celdas fotovoltaicas, y de cosecha de lluvia en la mayor cisterna pluvial en el sur del país. El Jardín es pionero también en relacionar de forma estrecha y palpable la historia natural de la región fisiográfica y ecológica más compleja de México con la trayectoria humana a lo largo de quince mil años. Como custodio del patrimonio biocultural de esta área del país, el JEBOax ha reunido la documentación existente del conocimiento ambiental en las lenguas originarias habladas en Oaxaca, la entidad más diversa en términos culturales y lingüísticos de tamaño comparable en el hemisferio occidental. El equipo del Jardín traduce actualmente información técnica, la graba y la transcribe en cuatro lenguas indígenas del Estado, dando así continuidad a una labor iniciada por los lexicógrafos del s. XVI que habitaron en el convento de Santo Domingo, adyacente al JEBOax, doscientos años antes de que Jefferson iniciara su trabajo lingüístico.
[1] El unkechaug formaba parte de la agrupación lingüística llamada quirin, en la familia algonquina, que se hablaba en el sur de Nueva Inglaterra y la isla de Long Island, donde Jefferson registró su vocabulario.
[2] Un polímata es una persona con conocimientos extensos en varias ramas del saber, tanto de la ciencia como de las humanidades.
[3] Única mujer en el mundo en recibir el prestigioso premio Pritzker en arquitectura hasta la fecha.