¿Más ejercicios de escritura?¡Así es!

Entonces, al dar la hora, las personas llegan, acomodan sus cuadernos y plumas a un costado, guardan sus celulares, toman un trago de agua, piden un café, se ponen cómodas. Para cada actividad es el mismo ritual de llegada y de reconocimiento; no obstante, lo que sucede en los talleres o sesiones de lectura y presentaciones siempre maravilla, nunca es igual. Un ejemplo claro es el último taller que se llevó a cabo por parte de la Librería Grañén Porrúa, en alegre sinergia con Andares del Arte Popular y el Centro Cultural San Pablo, titulado “El gato en la Literatura”, el 4 y 5 de agosto. Las asistentes, entusiastas, ¡hasta llevaron sus peluches de gatitos! Y Ana Rodelo, la facilitadora del taller, fue la más emocionada.
Compartimos ejemplos de poemas sobre la presencia de este animalito en nuestras vidas, y para los ejercicios inspirados creamos “textos rompecabezas” de gatitos y, ¡hasta un cadáver exquisito!; esta actividad fue la más bella, ya que surgió un cuento que llevaba un poco de la imaginación de cada una de las participantes. También imaginamos que éramos gatos bajo la lluvia, gatos sobre el tejado, gatos huérfanos, gatos intrépidos e independientes, y nacieron pequeños relatos y poemas de lujo. Con el favor de la paciencia y el trabajo, en el siguiente número de este boletín estaremos compartiendo los resultados.
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Y antes de eso, el 25 de julio se llevó a cabo la sesión de “Escritura creativa” en coordinación con Rueda Libre, iniciativa de Jaime Roldán, quien viaja en bicicleta desde Colombia, su país de origen. En esa ocasión, Jaime propuso una serie de ejercicios que acompañaran a las talleristas a soltar la mano: desde preguntas detonadoras hasta consignas divertidas. Aunque el día que tuvimos esta actividad el centro de la ciudad era una verbena, las y los interesados hicieron lo imposible para llegar y tomar esta clase. Jaime nos comenta:
En la LGP tuvimos un encuentro donde los asistentes fortalecieron su creatividad literaria. En esta sesión nos propusimos pensar el camino de la escritura y evaluar ciertos mecanismos que nos permiten ir encontrando esa voz propia en la creación literaria. Los asistentes que ya tenían un cierto recorrido e inquietud por las letras acogieron de buena manera las propuestas, esto permitió generar un diálogo interesante al término de cada uno de los ejercicios. Estos espacios siguen siendo de vital importancia para animar a los otros a escribir su camino, encontrar su voz y narrarse de muchas maneras.
Este taller forma parte de una serie de actividades que Jaime viene realizando a su paso por cada ciudad que visita en su trayecto en bicicleta, y se sincera al señalar que Oaxaca es una de las ciudades donde mayor recepción ha tenido esta iniciativa sobre escrituras creativas, lo que nos emociona y alienta para seguir ofreciendo no solo libros, sino inspiración y acompañamiento a quienes se acerquen.
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Pero mucho antes de Rueda Libre compartimos otra actividad: “Maternar escritura, crear vida”. Se desarrolló en el patio trasero de la casa que ocupa esta librería, el 22 y 23 de julio pasados: ahí nos reunimos personas interesadas en dialogar y compartir lecturas y experiencias sobre el hecho de crear y criar. Mientras yo leía en voz alta algunas páginas de los títulos que había preparado para la ocasión, las asistentes preparaban el lápiz y el cuaderno. ¿Que si hubo más ejercicios de escritura creativa? ¡Así es, los hubo! Y es que, luego de leer, irremediablemente vamos a escribir. Así sean mínimas entradas a nuestra bitácora, o a nuestras notas del celular, o a nuestro blog personal: los ejercicios de escritura creativa, o inspirada, funcionan como paisajes de nuestro mundo interior que tienden a buscar salida.
Los dos formatos que se abordaron en estas sesiones fueron el diario poético y el ensayo íntimo, en ese orden. Primero, el diario como registro de lo que sucede en el día a día, pero sin la obligatoriedad de hacerlo “diariamente”, permitiéndonos los lapsos de tiempo necesarios para que la escritura fluya con la confesión, el desahogo, la plática interna. Porque, como sucede cuando se materna, el tiempo adquiere otras dimensiones, a veces más elásticas, otras de plano petrificadas. En segundo lugar, el ensayo íntimo fungió como un lienzo amplio para llenar de experiencias, anhelos, pensamiento crítico, búsqueda intelectual, de escritura libre. Andrea Carrasco, escritora oaxaqueña, se encargó del segundo módulo, y lo acompañó con material didáctico lindísimo, consignas, una libretita de obsequio que se llevaron las talleristas y que prometimos llenar con nuestros escritos.
¿Que si habrá más talleres y ejercicios de escritura creativa en la Librería Grañén Porrúa? ¡Claro que sí! Les invitamos a mantenerse atentos tanto de las redes sociales como de la Agenda FAHHO, donde compartiremos nuestras siguientes dinámicas.