UN REENCUENTRO CON EL LIENZO DE ZACATEPEC: LA VISITA DE LOS TACUATES AL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA
Una amplia delegación de la comunidad tacuate de Santa María Zacatepec visitó la exposición Códices de México en el Museo Nacional de Antropología con el objetivo de encontrarse con el original del lienzo de la comunidad. Este documento es hoy un importante símbolo que cohesiona a los tacuates, un pueblo mixteco de la Costa oaxaqueña que ha luchado por conservar, desarrollar e innovar su propia cultura ante los embates de la hegemonía mestiza que se estableció en la región durante la segunda mitad del siglo XX.
En un operativo logístico bien organizado por la comunidad tacuate, una delegación de cincuenta personas arribó al Museo Nacional de Antropología. Entre ellas se encontraba el alcalde primero, don Lorenzo López Martínez, representante oficial de la comunidad tacuate, cargando el bastón de mando. Le acompañaron varios principales (expresidentes), maestros de la comunidad y un buen número de jóvenes, estos últimos seleccionados para representar a sus escuelas y traer de regreso una narrativa de lo ocurrido. El comité estuvo acompañado por la diputada federal Angélica Melchor Vásquez, quien se integró sensiblemente vistiendo un huipil de la comunidad. Para muchos, ésta fue su primera visita a la Ciudad de México y su primera experiencia con el frío nocturno en la capital a finales del año.
Después de la recepción del subdirector de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, y de la parte organizadora de la exposición, la comitiva disfrutó un buffet ofrecido por la misma biblioteca. El comité visitó la sala de las culturas de Oaxaca y la sala Mexica del museo. Posteriormente, visitaron la exposición con el director de la biblioteca, el doctor Baltazar Brito Guadarrama, quien ofreció una amena explicación de varios documentos. Al arribar a la vitrina con el lienzo original, una hermosa composición cartográfica-pictográfica en tinta negra sobre tela que abarca la historia de la comunidad entre los años de 1120 y 1557 d.C. y meta del largo viaje de más de doce horas, el alcalde primero aprovechó la oportunidad para ofrecer un discurso formal en mixteco. Aparte de agradecer la oportunidad de conocer el documento original, del cual la comunidad conserva una calca en papel hecho en 1893, pidió el apoyo del INAH en mejorar las instalaciones de la Casa de los Lienzos, el edificio dedicado a difundir la narrativa contenida en este hermoso documento pictográfico en la comunidad. El director de la biblioteca respondió con un donativo de libros para la comunidad, una nueva reproducción del documento para fines educativos y la promesa de una asesoría del INAH para la Casa de los Lienzos.
Después de la visita, el comité tacuate invitó a una función de teatro en el mismo museo. El Grupo de Teatro Tacuate, que se dedica a representar la narrativa de la fundación de la comunidad, se formó en 2012, por iniciativa de Rosalba Pérez Bautista, joven tacuate oriunda de Santa María Zacatepec. El grupo se conforma por jóvenes de la comunidad que tienen en común el interés por buscar nuevas formas de socializar el contenido del lienzo. Desde su inicio, el proyecto recibió el aval del Consejo de Principales de la comunidad tacuate. La dirección escénica está a cargo de Óscar Tanat de la ciudad de Oaxaca. El grupo cuenta con la asesoría académica de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova de Oaxaca y el apoyo de la FAHHO. Al terminar la función, el público lamentó la poca difusión que el museo había dado al evento. El significado del documento para la actual comunidad tacuate es, sin duda, un recordatorio que estos documentos, antes de ser fuentes para estudiar una cultura muerta, de ser propiedad de la nación o de ser Patrimonio de la Humanidad, son los tesoros de culturas y comunidades vivas que están en una constante búsqueda por encontrar un lugar digno en una nación que en más de una vez les ha negado su derecho de existir.
En la visita, el comité, vestido con los hermosos trajes labrados manualmente en la comunidad, atrajo la atención de los visitantes al museo y no pocas personas entablaron conversaciones con sus integrantes. Al final, resultó ser una experiencia enriquecedora para la delegación misma y para las personas que tomaron el tiempo para acercarse. El viaje fue posible gracias al apoyo de la Fundación Alfredo Harp Oaxaca, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, la Cámara de Diputados y la Secretaría de Asuntos Indígenas.