El imaginario salvaje de Luis Pablo
Desde la inspiración y la destreza emerge un mundo lleno de criaturas fantásticas traídas a la vida por Luis Pablo, maestro oaxaqueño. Originario de Oaxaca de Juárez, Luis Pablo Mendoza ha dedicado más de la mitad de su vida a la talla de madera para crear criaturas y seres que nos invitan a soñar e imaginar. Esta labor ha sido su pasión y ha contribuido a que su nombre resuene por todo el mundo a través de un camino tan único como sus creaciones.
Desde temprana edad mostró gran interés en los trabajos que no solo requerían destreza manual, sino una gran imaginación e inventiva para resolverlos.
De entre sus anécdotas, recuerda cómo solía arreglar juguetes dañados de vecinos y conocidos. También aquella ocasión en la que se empeñó durante meses en descubrir cómo funcionaban los papalotes que desplegaban sus alas o de cuando se dedicó a tallar una reproducción de la Venus del Milo en un gis para pizarrón, porque lo vio en un programa de televisión.
Ese era Luis Pablo. Un niño curioso, creativo, dispuesto a encontrar los miles de ángulos desde los que se puede ver el mundo.
En uno de sus primeros trabajos descubrió su inclinación hacia la escultura y la expresión artística la cual, aunada a su fascinación por los animales que veía en fotografías de revistas, lo llevó a ejercer la talla de alebrijes de manera profesional. A partir de ese momento dedicó su tiempo y esfuerzo a aprender estas técnicas y aplicar sus propias reglas al distanciarse de lo tradicional para dar lugar a su propia visión.
Luis Pablo es un apasionado de la experimentación, el trabajo constante y la imaginación. Su proceso creativo inicia con la inspiración, donde salir a caminar con su familia por el centro de la ciudad de Oaxaca es una fuente inagotable de ella; sigue con la selección de la madera de copal, trazado, cincelado, tallado y pintado. En palabras de Luis Pablo, crear el diseño de sus piezas es un trabajo complejo, sin embargo, la materialización de las visiones es el proceso que puede llevar meses e incluso años de trabajo. Una de las piezas que retrata la constancia de la labor de este artesano es una iguana, con la que tardó 10 años en encontrar la resolución apropiada para que luciera tal y como la había diseñado.
El estilo de Luis Pablo ha trascendido las fronteras y ha llegado a la pantalla grande, siendo su trabajo más conocido Pepita y Dante, personajes entrañables de la película Coco de Disney-Pixar. Sin embargo, la influencia de Luis Pablo va más allá de los minutos que Pepita y Dante ocupan en la pantalla, pues su creación ha sido una inspiración para que otros artistas abracen sus raíces culturales mientras exploran nuevas formas de expresión creativa.
“El imaginario salvaje de Luis Pablo” es una exposición que nos transporta a un libro ilustrado, donde las piezas de este maestro oaxaqueño se presentan como los personajes de esta historia. El Museo Infantil de Oaxaca, junto al artista, presenta esta muestra para disfrute de chicos y grandes.