La Biblioteca Henestrosa: 20 años
En el año 2011 impartí mi primer taller en la Biblioteca Henestrosa: Literatura Estadounidense: de la Colonización a la Época Contemporánea. El cartel contenía una imagen del activista Martin Luther King, Jr. junto con una lista de los autores que estaríamos leyendo. Poco sabía que ese esfuerzo, que me permitió compartir la tradición literaria de mi país natal, representaría solo el inicio de una larga colaboración con la Biblioteca que llegaría a ser decisiva en mi trayectoria cultural en Oaxaca.
Al año siguiente, además del taller “En el cruce: teatro y cine norteamericano” en el que analizamos obras de teatro que luego se convirtieron en películas, arrancamos una tradición que habría de durar más de una década (y contando): el taller de verano de cuento corto. Combinando lecciones teóricas, el estudio de cuentos del acervo mundial y ejercicios prácticos diseñados para que cada participante salga con un cuento propio; pronto, el taller se convirtió en el campo de entrenamiento de una nueva generación de cuentistas en Oaxaca. De este espacio surgió un colectivo, los Cuenteros; del colectivo, una editorial, Matanga. Y justo en 2022 Matanga TallerEditorial publicó el libro de cuentos El bastardo, de Azarel Doroteo Pacheco, oriundo del pueblo de Asunción Tlacolulita que formó parte de esa primera generación del taller en 2012. Este año Matanga publicará la antología bilingüe de cuento contemporáneo oaxaqueño De chile, mole y pozole, que incluirá textos de más veteranos del taller: Ainda Dobarro, Claudia Díaz Jiménez, Pedro Rivera, Eduardo Ismael, Gayne Rodríguez Guzmán, Liana Pacheco, Claudia Burr y Carolina Peña.
Además de los talleres —recuerdo con especial cariño nuestras exploraciones por la literatura británica e italiana, la encrucijada de literatura y música, la literatura experimental y la literatura de los oprimido —la Biblioteca Henestrosa ha sido una casa fuera de casa, abriendo sus puertas a nuestras múltiples iniciativas: ciclos de cine, lecturas y presentaciones de libros. Ahí estrené mis libros Interrumpimos este programa, Sinfonía #1 y Viaje a Monpratior. Incluso un cuento de ese último —“La última y buena noticia sobre Haroldo Conti”— tiene lugar en la biblioteca. Ahí mis estudiantes tuvieron sus primeras experiencias de presentarse ante un público. Ahí, también, lamentamos la muerte del poeta José Molina, uno de mis primeros amigos en Oaxaca.
En un contexto en el que gran parte del centro histórico de Oaxaca se vuelve cada vez más inaccesible, poder contar con la Biblioteca Henestrosa significa mucho para mí y para tantos otros. Y vaya que sería difícil encontrar un edificio más hermoso donde tomar un taller, ver una película, concierto o muestra, o sencillamente pasar un rato leyendo. Recuerdo tantas mañanas encadenando mi bici para ir a conocer a un nuevo grupo en el salón, tantas noches en el traspatio después de un evento u otro con un agua o un tentempié en la mano, tantos momentos de felicidad frente a la pantalla o el pizarrón blanco. Larga vida a la Biblioteca Henestrosa: que dure otros veinte años y más.