Boletín FAHHO Digital No. 29 (Ago 2023)

Las monedas mexicanas en el Mufi: Historias en miniaturas

Israel Garfias

¿En qué momento la moneda dejó de ser solo un medio de intercambio para volverse un objeto venerado, coleccionable y de estudio? Tal vez cuando estas piezas metálicas se convirtieron en documentos históricos que contienen historias, memorias y recuerdos.

En México, las monedas se han transformado en pequeñas cápsulas que resguardan tradiciones y costumbres que reflejan y conectan con la cultura popular. En la nueva Sala Permanente de Numismática del Museo de la Filatelia de Oaxaca, los visitantes podrán conocer esas historias que han forjado a nuestro país a lo largo de cinco siglos.

¡Me despelucaron!
Seguramente has escuchado la expresión “¡Me despelucaron!” cuando alguien pierde dinero o se lo han robado. Esta frase se ha utilizado en México desde el siglo XVIII y proviene de las “peluconas”, nombre que se le dio a la moneda de oro en la que se observa la imagen de Fernando V, o la de Fernando VI, con armadura y una abundante peluca, accesorio propio de la moda francesa de la época: para los hombres del pueblo portar una peluca era símbolo de presunción y vanidad.

En la exposición sobre numismática podrás encontrar la moneda virreinal de oro de dos escudos, acuñada en 1748, donde se aprecia la figura de Fernando VI.

¿Águila o sol?
Todos hemos lanzado una moneda alguna vez, apostando contra nuestros hábiles contrincantes por que caiga águila o sol para ganarnos esa última rebanada de pizza, o para tomar una decisión que no dependa enteramente de nuestra voluntad.

Pero ¿sabías que la expresión “¡Águila o sol!” que usamos para “echar un volado” viene de las monedas republicanas? En su anverso apreciamos el Escudo Nacional (águila) y en el reverso un gorro frigio rodeado de resplandores solares (sol). Después de la desaparición del Imperio mexicano, en 1823, se instauró la República y se designó a Guadalupe Victoria como primer presidente de México. El gobierno republicano implantó nuevos tipos monetarios en el país y decretó la acuñación de monedas de oro, plata y cobre, todas acompañadas de la leyenda “República Mexicana”.

Un palacio de oro y plata
Por otra parte, también se han creado leyendas alrededor de las monedas. Un ejemplo es la que habla del centro minero del Cerro de la Bufa en Zacatecas, que aparece en el reverso de los primeros ejemplares emitidos en esta casa de moneda.

Después de las luchas por la Independencia de México, se establecieron casas de moneda cerca de los principales centros mineros, entre ellos destacó el de Zacatecas. Ahora bien, cuenta la leyenda que en el interior del Cerro de la Bufa existe un pasadizo secreto con una escalinata de mármol que conduce a un palacio subterráneo cuyos pisos y paredes están cubiertos de oro y plata; se dice que para encontrar y ser dueño de esa enorme riqueza, el aventurero debe ser noble y puro de corazón.

En la exposición podrás conocer una pieza elaborada en plata en 1811.

¡Muera Huerta!
Otra moneda que encapsula una interesante historia es la que fue acuñada durante la Revolución mexicana. Las elecciones presidenciales de junio de 1910 —en las que el general Porfirio Díaz saliera victorioso por décima vez— marcaron el inicio de la confrontación armada el 20 de noviembre del mismo año, bajo el liderazgo de Francisco I. Madero, quien asumió la presidencia en 1911. Sin embargo, su gobierno fue breve, ya que fue derrocado por un golpe militar encabezado por Victoriano Huerta.

A solicitud de Francisco Villa, como un gesto de franca rebeldía, se mandaron a acuñar monedas con la frase “Muera Huerta”, las cuales manifestaban el odio del guerrillero hacia el militar, culpable de la muerte de Francisco I. Madero. En la sala podrás conocer esta moneda, con valor de un peso, emitida en 1914.

¡Me cayó el veinte!
Asimismo, en esta exposición encontrarás la moneda de 20 centavos que estuvo en circulación de 1943 a 1974, de la cual proviene la expresión “¡Me cayó el veinte!”. Aunque no es claro el origen de esa frase, se refiere indudablemente al momento en el que una persona comprende una situación en todos sus aspectos, es decir, cuando se da cuenta de algo de lo que no se había percatado antes.

Luego de la aparición de los teléfonos públicos de monedas, la expresión “Ya cayó el 20” comenzó a utilizarse para referir al instante en el que la moneda de 20 centavos caía desde la ranura del teléfono y establecía la conexión de la llamada telefónica. En el pasado, los teléfonos públicos solo aceptaban monedas de 20 centavos, por lo que la caída de esta marcaba el momento en el que se podía comenzar a hablar.

Como podemos ver en este breve recorrido, las monedas mexicanas han dejado de ser únicamente un medio de intercambio y se han convertido en pequeñas joyas históricas que nos invitan a explorar y apreciar la riqueza cultural de México a lo largo del tiempo. Como testigos de los cambios políticos, sociales y culturales que ha experimentado nuestro país, se han vuelto portadoras de historias y memorias colectivas que nos permiten comprender y apreciar nuestra identidad nacional.

Te invitamos a conocer estas y muchas más historias en la Sala Permanente de Numismática Mexicana en el Museo de la Filatelia de Oaxaca.



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