“Árbol… es”
Aparecieron sobre la faz de la Tierra hace millones de años y han sido testigos de la aparición y extinción de numerosas especies; presenciaron la llegada de los homínidos y de los distintos linajes que llevaron al surgimiento del Homo sapiens, nuestra especie.
Los árboles suministran alimento en forma de frutos y semillas y son fuente de remedios contra enfermedades; proveen de madera y son responsables de la captura del carbono del medio ambiente; mejoran la calidad de los suelos y son protagonistas indispensables en el ciclo del agua; gracias a ellos y a sus extensas raíces es posible la existencia de complejos ecosistemas que se encuentran en todos los rincones del planeta, y que son el hogar de numerosos seres vivos.
A lo largo de los siglos, los árboles también han sido objeto de culto por parte del hombre y sus diversas culturas, considerándolos un refugio físico y espiritual, a su sombra se ha creado una larga tradición mítica, religiosa y simbólica, donde se ha representado la vida del cosmos, el poder, la generación y regeneración de la vida. En suma, los árboles constituyen organismos complejos y generosos que acogen y dan vida.
Por otro lado, continuando con su misión bde conservar, exhibir y difundir colecciones filatélicas y postales, el pasado mes de marzo, el Museo de la Filatelia de Oaxaca inauguró la exposición “Árbol es árboles: los árboles en la filatelia mundial”, resultado de la colaboración entre el Mufi y el Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, en coordinación con el M. C. Rodolfo Alfredo Hernández Rea.
La muestra se conforma por nueve núcleos temáticos en los cuales se describen 286 especies distintas de árboles de todo el mundo agrupadas en 196 géneros botánicos. En estas se enumeran las características de cada especie y los beneficios que aporta, los naturalistas, botánicos y científicos que les dieron nombre, además de sus representaciones culturales y simbólicas, todo ello contado mediante más de 400 materiales filatélicos de la colección del Museo, que incluye, además, sobres de primer día de emisión, bloques y una gran diversidad de timbres.
En diferentes culturas y momentos de la historia, el árbol ha sido considerado un símbolo de gran relevancia, al punto de ser ratificado por distintos países como emblema nacional; recordemos, por ejemplo, el cedro del Líbano, representado en el timbre libanés del 2017. En el caso de México se cuenta con el ahuehuete, árbol nacional desde 1921 y emblema desde 1521, cuando a su sombra lloró el conquistador Hernán Cortés al aceptar su derrota ante el pueblo mexica, en el episodio conocido como “La Noche Triste”. Otro ahuehuete representativo es el que se encuentra en Santa María del Tule, Oaxaca: se calcula tiene más de dos mil años de antigüedad; este árbol lo podemos apreciar en el timbre de México de 1985, en conmemoración del IX Congreso Forestal Mundial.
El baobab –árbol sagrado para algunos países de África y árbol nacional de Senegal– era considerado, según un antiguo mito africano, el más hermoso del planeta, por lo que los dioses, cautivados por su esplendor, le otorgaron el don de la inmortalidad; pero esto provocó que el baobab se volviera soberbio y vanidoso a tal grado que llegó a desafiar a los dioses. Como castigo, fue arrancado de la tierra y plantado al revés, así como toda su descendencia, lo cual explica la forma tan particular que posee. Más allá del territorio mítico, este árbol, del género Adansonia, fue una preocupación muy particular del Principito, personaje del célebre libro de Antoine de Saint-Exupéry: todas las mañanas, al limpiar su asteroide, debía arrancar los pequeños baobabs ocultos entre las rosas para evitar que estos crecieran desmesuradamente y pusieran en riesgo a su pequeño planeta. Esta especie la podemos apreciar en un timbre de 1966 de Senegal.
A lo largo de la historia, el árbol ha sido representando un sinnúmero de veces en diversas expresiones artísticas, por ejemplo, en las obras de Giuseppe Arcimboldo (1527-1593), pintor italiano conocido por
la serie teste composte ‘cabezas compuestas’, en la que utiliza distintos elementos para crear una cabeza con la parte superior de un busto con gran originalidad. Arcimboldo realizaba representaciones del rostro humano a partir de flores, ramas, frutas, plantas, animales y diversos objetos. Su pintura Invierno la podemos observar en un timbre italiano de 1997. Otro ejemplo es la obra Ahuehuetes de Chapultepec, del pintor mexicano, y miembro de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, José María Velasco (1840-1912) quien hizo un registro patrimonial de las especies de plantas y animales de la cuenca de México durante la segunda mitad del siglo XIX. Podemos apreciar su obra en el timbre de beneficencia (no postal) del 2013.
Como parte de la exposición se presentan dos instalaciones de la artista Perla Layú. En la instalación botánica Plumeria, Perla suspende más de dos mil semillas de la especie arbórea Plumeria rubra, las cuales, de manera delicada y sutil, simbolizan el momento en el que las semillas se dispersan en búsqueda de sitios adecuados para germinar. Por otro lado, la instalación audiovisual Voz natura nos invita a detenernos por un momento para ver y escuchar la voz de las plantas, las montañas y el agua, y entender el lenguaje de la naturaleza: un mensaje poético y literal sobre la importancia de la flora y fauna.
La exposición “Árbol es árboles: los árboles en la filatelia mundial” busca contribuir al conocimiento de un conjunto de árboles que han llegado a ser elementos vitales para los pueblos debido a su importancia ambiental, cultural, económica e histórica.
Al término del recorrido sabrás qué especies arbóreas han sido elegidas por distintos países para representar en sus timbres y que estos viajen a través del mundo.