Adabi: Dos décadas de retos y alegrías
¡Cuántas emociones nos surgen después de dos décadas desde aquella tarde en que Stella González, Jorge Garibay y la pareja Harp Grañén decidimos fundar una asociación que apoyara el rescate de la memoria de México! Fue un instante afortunado y luminoso que logró cambiar la realidad de cientos de archivos y bibliotecas abandonados para transformarlos en sitios dignos donde las voces del pasado cobraran vigor y se valoraran como bienes preciados. El amor a México, combinado con nuestras experiencias de vida, fue lo que nos motivó a actuar. Jamás imaginamos cuántos beneficios y amistades tejeríamos a lo largo de nuestro andar. No cabe duda de que la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México era una necesidad en nuestro país, pues a lo largo de estos 20 años hemos colaborado con más de mil instituciones públicas y privadas en diversos estados.
La vida nos dio la pauta, y nuestra familia creció en diversas ramas y coordinaciones: Bibliotecas y Libro Antiguo; Archivos Civiles y Eclesiásticos; Conservación, Restauración y Encuadernación; Fuentes Fotográficas; Difusión; Publicaciones y Administración. Esta última vigila rigurosamente que los recursos se apliquen con total transparencia en los proyectos. Por supuesto, todo bajo la autorización y supervisión de la Dirección General, liderada por la batuta generadora de orden, disciplina y bondad de la doctora Stella María González Cicero. Ella y nuestro muy querido Jorge Garibay† han sido las estrellas luminosas que nos han guiado en este andar para mostrarnos con su ejemplo que, ante cualquier adversidad, “todo sea por los archivos”; no hay proyecto, por difícil que parezca, que no pueda lograrse sino con voluntad, orden, metodología y profesionalismo. Esta ha sido la fórmula para redescubrir tantas palabras olvidadas.
Otro acierto ha sido que nuestros colaboradores son profesionales en su área y que cuentan con un código de ética y amor por su trabajo. Además, hemos dado otro paso importante: la capacitación de cientos de personas dedicadas al rescate de la memoria histórica, lo que ha generado que, en el país, cada día seamos más conscientes del patrimonio heredado. Así, Adabi transmite su pasión por recuperar las voces del pasado, comparte conocimientos y experiencias y promueve la recuperación de nuestros archivos y bibliotecas para ponerlos al alcance de la consulta pública.
Cuando rescatamos un archivo o una biblioteca surgen más solicitudes de apoyo y es tal la demanda para organizar fondos y colecciones de nuestros acervos nacionales, estatales, municipales, públicos y privados que decidimos incorporar nuevos equipos con presencia en la Ciudad de México, Puebla, Oaxaca y Yucatán.
Ha sido un privilegio seguir, paso a paso, la conjunción de esfuerzos que han fructificado en estos 20 años: la organización de 668 archivos documentales; 83 colecciones fotográficas; la catalogación de cerca de 190 000 libros antiguos y nuestras 810 publicaciones sobre fuentes históricas. Cada una de estas tareas demuestra que la mística de nuestro trabajo anima a la comunidad a involucrarse en la conservación de sus propios acervos.
A lo largo de nuestro andar hemos encontrado ángeles guardianes que custodian el patrimonio, como si se tratara de un baúl heredado por nuestros antepasados. Estos guardianes atesoran las palabras escritas que nos hablan del tiempo transcurrido, nos permiten comunicarnos con nuestros ancestros y nos ayudan a comprendernos mejor. Esta red de amigos sensibles y personas interesadas en la salvaguarda del patrimonio es otro regalo que nos ha dado Adabi.
Nuestro trabajo es el motor que nos impulsa a seguir adelante en la aventura de conquistar más universos de palabras. ¡Felicidades, Adabi, por estos 20 años! Gracias a todas las personas, archivos y bibliotecas que hacen posible que sigamos unidos por la memoria histórica de México.