Trabajamos por preservar la historia
La gran motivación para formar esta asociación fue la de conservar una memoria de nuestros antepasados, de aquellos que vinieron y fincaron las bases de lo que ahora son las vidas de los descendientes; de aquellos hombres y mujeres que se vieron en la necesidad de abandonar su cuna libanesa debido a la opresión otomana y que decidieron establecerse y buscar un buen futuro en México; de quienes nos escogieron una nueva patria en la cual expandir aquella que los vio nacer. Se formó entonces una asociación que preserva —ordenada y cronológicamente— su recuerdo para hacerlo llegar a nuestros descendientes, a las generaciones por venir, y que así conozcan sus raíces y sepan lo que sufrieron para que ellos puedan dormir tranquilos.
Hacemos un permanente y emotivo exhorto a libaneses y descendientes de libaneses para que entre todos sigamos formando un verdadero archivo y ofrecerlo a las familias libanesas, investigadores, estudiosos y a la sociedad mexicana en general; buscamos un registro en el que se pueda apreciar que México y sus hijos no se equivocaron al abrir sus brazos y las puertas para que esta tierra fuese nuestra cuna, dando cobijo a una migración positiva, honesta y aportadora que ha sabido pagar tanta generosidad, con gente muy valiosa en todas las ramas de la vida cultural, comercial, industrial y profesional del país.
El Archivo Libanés de México A. C. labora salvaguardando y difundiendo hechos que ahora son recuerdos, pero que no deben quedar en el olvido, sino estar latentes en el presente y permanecer para el futuro. Contamos con más de 3000 fotografías; 2000 documentos oficiales y mil horas de música libanesa (resguardamos discos que datan de 1904); 150 documentales y películas libanesas; publicaciones de la colonia libanesa (como Al Kustas, Al Jawater, Baitna y Líbano en México), así como las bibliotecas del Sr. Jorge Trabulse, cofundador y primer presidente de la Unión Libanesa Cultural Mundial, la del Arq. Leonardo Shafik Kaim, biógrafo y traductor al español de las obras selectas de
Gibrán Kahlil Gibrán, y la del Sr. Antonio Trabulse Kaim, quien fuera el principal promotor de la cultura libanesa en México, colecciones que ofrecen un mapa literario de Líbano muy difícil de conjuntar.
Pero nada de esto tendrá un valor real si no contáramos con el apoyo de toda la comunidad mexicana de ascendencia libanesa que hace crecer el testimonio histórico y cultural tan importante en el desarrollo social, intelectual, deportivo y profesional de México.
Este es un proyecto en permanente crecimiento: buscar, clasificar y mostrar material ilustrativo sobre un grupo que se integró cabalmente al mestizaje mexicano. Y ahora es mucho más sencillo consultar algunos de nuestros materiales, pues están al alcance gracias al apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú, la cual nos ha brindado un espacio en su plataforma digital, un tesoro indescriptible.
UN BAÚL Y UN PERIÓDICO EN ÁRABE
Durante el tiempo en el que ha funcionado el Archivo Libanés de México hemos tenido muchísimos aprendizajes y hemos pasado por diferentes procesos que nos han impulsado a enriquecer nuestro acervo. Siempre es un gusto recibir nuevos materiales, para nosotros representan unos tesoros.
La posibilidad de contar con un espacio en el Baúl FAHHO, la plataforma digital de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, se nos muestra como la más reciente oportunidad de crecer y poner nuestros materiales a disposición de las personas que quieren conocer sobre la emigración libanesa. Nos sentimos muy agradecidos, pues esta es una forma de llegar a más personas y difundir nuestra historia.
Desde el inicio de este camino tuvimos la fortuna de contar con la guía de Alejandra Méndez Zapata, la coordinadora de acervos de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, y quien ha trabajado mano a mano con nosotros, enseñando, explicando y apoyándonos en todo para llevar a cabo la alimentación de DSpace —en el caso del Archivo Libanés— y con la revista Al Jawater, un símbolo de la emigración libanesa.
El proceso inició con la digitalización de cada número que atesoramos. Luego, decidimos profundizar y conocer cada detalle de la revista —el editor, la fecha de elaboración y de publicación— para realizar, posteriormente, la catalogación en el sistema. Se trata de una publicación de más de 100 años de antigüedad, con un contenido invaluable y cuyo material se encuentra, hoy en día, en un estado muy delicado; sin embargo, los ejemplares ya están encuadernados y resguardados con todos los cuidados para su conservación. Al encontrarse en este Baúl con acceso abierto para su fácil consulta, podrán disfrutarse sin ninguna restricción.
Aún hay mucho camino por delante, mucho que aprender y una gran cantidad de ejemplares por digitalizar, catalogar y poner a disposición de todos aquellos que quieran aprender de nuestra comunidad libanesa, afortunadamente, también hay muchísimo entusiasmo y todas las energías para lograrlo.
Agradecemos infinitamente a todos aquellos que nos han brindado una mano, por esta oportunidad y por todas las atenciones que se nos han dado en este camino. Creemos firmemente que trabajar por preservar la historia de nuestro origen hará que el recuerdo paterno alimente nuestros corazones y la memoria materna los haga latir con dulzura.