Oaxaca: patrimonio cultural de la humanidad
El 11 de diciembre de 1987, el centro histórico de Oaxaca y la zona arqueológica de Monte Albán fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la unesco. Este título los distingue como sitios que deben ser reconocidos y preservados por su importancia cultural para la herencia no solo de los oaxaqueños, sino de toda la humanidad, al ser considerados de interés para la comunidad internacional.
Ambos sitios cuentan con un conjunto de valores urbano-arquitectónicos inigualables. No obstante, sufren las externalidades negativas del crecimiento de la mancha urbana en la Zona Metropolitana, y del gran flujo turístico que se ha observado en los últimos años, especialmente en el Centro Histórico. Actualmente, la ciudad sufre múltiples fenómenos que afectan en gran medida el patrimonio, poniendo en riesgo su legado cultural y arquitectónico. El enfoque principalmente turístico ha incentivado el crecimiento comercial nocturno, lo que ha llevado a muchos habitantes del centro a salir de esta zona por la inseguridad o por el aumento en el costo de las rentas que hace prácticamente imposible vivir en el sitio.
Esta transformación de Centro Históricohabitable a Centro Histórico-comercial ha impulsado la pérdida de la identidad y sentido de pertenencia de los vecinos del sitio, facilitando prácticas negativas para la ciudad. Ante el crecimiento turístico del estado de Oaxaca, es importante reconocer que han sido afectados el patrimonio intangible y el material, pues con la poca regulación y falta de conocimiento de la normativa, las modificaciones han sido evidentes: crecimiento en los niveles de construcción, cambios de usos de suelo, instalación de terrazas, vandalismo y usurpación del espacio público han sido solo algunos de los principales problemas que ponen en riesgo el legado cultural y arquitectónico que nombran a la ciudad como patrimonio de la humanidad.
La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, la Casa de la Ciudad, manifiestan preocupación ante todos estos fenómenos que requieren del urgente trabajo en equipo no solo de arquitectos, restauradores y urbanistas, sino de todas las instancias e instituciones que influyen en la modificación, restauración, conservación y preservación del entorno. Incentivamos a todas las secretarías, comerciantes, instituciones y colegios a conocer la normativa y el marco jurídico que podrá ayudar a la correcta conservación de nuestro patrimonio, desde la Constitución en su Artículo 4.º; el decreto presidencial del 19 de marzo de 1976; la Ley de Protección a Monumentos Coloniales, Artísticos e Históricos y poblaciones típicas del estado de Oaxaca, hasta el Plan Parcial de Conservación del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez y su Reglamento.