VIAJE DEL IOHIO A LA MIXTECA BAJA
En junio del presente año, un equipo de siete colaboradores del Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO) y de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca viajó a la zona oeste de la Mixteca Baja, en los límites con Guerrero, para tocar una misa y concierto en el órgano histórico en San Pedro Zapotitlán Lagunas, en celebración de la fiesta patronal el día 29. En esta región de Oaxaca destaca la presencia de cuatro órganos tubulares: en San Juan Ihualtepec, San Miguel Ahuehuetitlán, Santiago Tamazola y Zapotitlán. El IOHIO los ha documentado y conservado desde el 2003, pero por la distancia, seis horas desde Oaxaca, nuestras visitas han sido poco frecuentes. Esta región siempre ha tenido una relación más cercana con Puebla que con Oaxaca por la facilidad en el transporte y la comunicación. La mayoría de los órganos de la zona fueron construidos en el Taller de Organería de la Familia Castro, en Puebla, entre los años de 1852 y 1885. El órgano de Zapotitlán Lagunas destaca por ser el mejor conservado de los cuatro instrumentos, y fue reparado de manera básica, no de forma profesional, por un alumno de la Escuela de Conservación del INAH, en 2003. Este es uno de los nueve órganos en activo en Oaxaca.
Al llegar a la comunidad pudimos admirar la decoración de las principales calles con tapetes de arena multicolores, hechos con motivos florales y religiosos, que marcaban la ruta procesional para el día siguiente, una hermosa tradición artística de esta región de Oaxaca. Esa noche, Joel afinó el órgano mientras que los compañeros se turnaron para alzar el fuelle, en una jornada que terminó a las tres de la madrugada. Todos participaron en el concierto: Joel Vásquez acompañó la misa en el órgano y Ricardo Rodys cantó; Valentín Hernández y quien esto escribe ejecutaron el concierto de música oaxaqueña, mientras que Ricardo y Joel manipulaban los registros, y los voluntarios del pueblo accionaban el fuelle. El sacerdote del templo introdujo cada pieza y dirigió el canto; Fidel Ugarte tomó fotografías del concierto y Eduardo Sánchez lo grabó. El público quedó asombrado después del concierto, muchos subieron al coro alto por primera vez para ver el interior del templo desde arriba y el órgano de cerca. Luego, nos reunimos con las autoridades para disfrutar en la plaza la quema de toritos, la música de banda y el castillo.
Visitamos el templo de Ihualtepec con la misión de avanzar en la organización y el respaldo fotográfico de cientos de manuscritos —de los siglos XIX y XX temprano— de música sacra y popular. Este tesoro fue hallado desde 2003, pero por la cantidad de documentos, sólo pudimos avanzar con una fracción del trabajo, lo que planteó la necesidad de futuras visitas.
En Ahuehuetitlán confirmamos algunos detalles técnicos del órgano, parte del equipo se desplazó a Tamazola para fotografiar el órgano y su templo. En este recorrido se integraron diversos aspectos de nuestro trabajo: la difusión de música de órgano, el estudio y la conservación de partituras históricas y avances en la documentación de los órganos.