RESEÑAS
Memorias de los 10 años del Coloquio sobre Lenguas Otomangues y Vecinas (COLOV). Oaxaca, Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, 2015.
La familia de las lenguas otomangues es un conjunto de lenguas que descienden de una misma lengua antigua (hoy extinta) que se hablaba hace miles de años en el centro de Mesoamérica. Probablemente fueron los hablantes de esta antigua lengua ancestral que domesticaron el maíz, hoy el cereal de mayor producción en el mundo. Actualmente, la familia abarca lenguas tan diversas como el zapoteco, mixteco, chinanteco, mazateco y otomí. Todas tienen en común ser lenguas tonales, en las que el tono asignado a cada sílaba es crucial para crear el mensaje deseado. Estas lenguas tienen hoy su mayor diversidad en el estado de Oaxaca. Las lenguas otomangues están rodeadas por otras lenguas no-tonales como el mixe, el nahuatl y el huave.
La investigación y el trabajo sobre las lenguas que integran la familia otomangue y otras más presentes en Oaxaca y zonas colindantes ha tenido un desarrollo importante en las últimas décadas; sin embargo, no existía un foro permanente para el encuentro y el intercambio entre estos estudiosos y el público interesado en general. En 2014 se cumple una década de la iniciativa que cambió esta situación, pues el Coloquio de Lenguas Otomangues y Vecinas (COLOV) se ha vuelto el principal foro a nivel mundial para el conocimiento, la celebración y el fomento de este patrimonio lingüístico.
El COLOV se lleva a cabo cada dos años. Se trata de un foro para la discusión y el intercambio en el que participan no sólo algunos de los principales investigadores a nivel nacional e internacional de las lenguas otomangues y vecinas, sino también los hablantes y todos las personas que desde distintos ámbitos trabajan por el conocimiento, aprecio y fortalecimiento de estas lenguas: profesores, artistas, activistas, escritores y funcionarios. El hecho que el COLOV se realiza en Oaxaca desde 2006 hace posible una nutrida participación de hablantes de estas lenguas, lo que le confiere un carácter único.
La memoria publicada por la BIJC tiene un lenguaje accesible y numerosas fotografías, recapitula el surgimiento y la primera década de existencia de este encuentro académico, reseñando aspectos destacados de cada una de sus ediciones. Esta memoria se encuentra disponible para su descarga en el sitio web de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, y las personas interesadas en una copia impresa pueden solicitarla en las oficinas de la Coordinación de Producción de dicha institución.
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Ryszard Rodys, Indígena zapoteco Juan Matías (ca. 1618-1665). Maestro de capilla de la Catedral de Oaxaca. Oaxaca, Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Fonoteca Juan León Mariscal, 2015.
Este año estamos celebrando el 350 aniversario luctuoso del compositor zapoteco Juan Matías, quien fue el primer músico indígena en alcanzar el alto puesto de maestro de capilla de la Catedral de Oaxaca. En la primera semana de julio, la Fonoteca Juan León Mariscal organizó una serie de eventos conmemorativos dedicados a este compositor. Durante una conferencia se presentó el libro de Ryszard Rodys titulado Indígena zapoteco Juan Matías (ca. 1618-1665). Maestro de capilla de la Catedral de Oaxaca, para difundir la investigación más reciente sobre este excepcional compositor zapoteco, lamentablemente poco conocido entre los oaxaqueños.
El cuerpo del libro está conformado por cuatro capítulos. El primero narra los acontecimientos vinculados con la evangelización y el papel primordial de música durante este proceso, asimismo la formación de las capillas musicales de los pueblos indígenas y de la Catedral de Oaxaca. La segunda parte habla de la vida del compositor nacido en San Bartolo Coyotepec, quien entre los años 1655 y 1665 dirigió la capilla de la Catedral de Oaxaca y la llevó a espléndidas alturas, en las cuales perduró por los siguientes ciento cincuenta años. El autor presenta la información curricular de Juan Matías sostenida por las fuentes primarias e intenta acabar con los mitos que, desde hace muchos años, rodean a este personaje. El tercer capítulo está dedicado a la obra de Juan Matías y los nuevos descubrimientos en este campo. Hace pocos años se pensaba que la única obra existente de este compositor era Stabat Mater, pero las últimas investigaciones negaron la autoría de esta pieza, en cambio revelaron la existencia de once obras auténticas de este eminente compositor. El último capítulo trata las fuertes repercusiones que tuvo la obra de Juan Matías entre las generaciones posteriores. Este libro complementa el estado del conocimiento de la historia de la música oaxaqueña y es indispensable como fuente de consulta para los conocedores y amantes de la historia, la cultura y el arte de Oaxaca.